
Los portátiles que se recuperan en los aeropuertos norteamericanos pueden llegar a los 600.000 anuales. Con tantos ordenadores saturando los almacenes, a sus responsables sólo les queda proceder a su destrucción pasado un tiempo de gracia para la reclamación. Los puntos negros más habituales donde se desaparecen estos dispositivos es durante la facturación, durante la revisión de seguridad y en las salas de embarque. De los 800 viajeros habituales por negocios, el 69 por ciento aseguró que traer demasiadas maletas o bolsos podría ser otro uno de los motivos de tantas pérdidas.
A pesar de estas cifras, un 65 por ciento de los encuestados reconoció que nunca había tomado medidas para proteger la información confidencial de su portátil a la hora de realizar un viaje. Según datos del estudio de Ponemon recogido por Otr/press, un 42 por ciento también reconoció que nunca había respaldado su información antes de coger un avión.